Hola amigos.

Hoy, queremos mostraros la reproducción que hemos pintado de una obra del maestro del impresionismo y luminismo español, Joaquín Sorolla, «Niños a la orilla del mar».

Esperamos que os guste como a nosotros, porque reproducir a Sorolla, siempre es una experiencia gratificante.

Lo primero que diré hoy sobre este cuadro, es que me parece increíble su riqueza cromática, los verdes, azules, violetas y naranjas del agua y los amarillos, naranjas, rojos, azules y púrpuras de las figuras principales, por supuesto todo puesto con un orden exquisito.

También aparte de esto y después de haber estudiado y pintado esta reproducción, da la impresión de que Sorolla pintó esta obra en un plazo muy breve, quizás en un día, exceptuando los brillos blancos del agua y en la piel de los niños.

Tenemos que destacar también algo que me parece importante y es, la ausencia total de detalles, no le importa, solo le importa el resultado del conjunto de la obra.

Sorolla ha utilizado una pincelada suelta y larga, en algunas zonas ha pintado con el óleo más diluido de lo normal y se ve el lienzo, por supuesto donde ha puesto su atención es en los tres personajes.

Podéis fijaros que no presta atención a los ojos bocas, o fijaros en la mano del niño que juega en la orilla en primer plano, su mano la ha pintado con un par de pinceladas, sin dedos.

Esta es la espontaneidad con la que hemos procurado realizar la reproducción, aunque no es fácil, dado que nosotros estamos pintando una réplica.

Esta reproducción la hemos pintado al óleo sobre lienzo con unas medidas de 97 x 130 cm, casi igual que el original.

El cuadro original

Sorolla suprimió el cielo en la perspectiva de esta obra porque quería centrarse en un primerísimo plano los niños, tan primer plano que hasta a la niña del vestido rosa no le entran los pies en el encuadre.

«Niños a la orilla del mar» forma parte de la etapa de culminación de Sorolla, que comprende los años 1900 hasta 1910, un periodo en el que su fama creció exponencialmente, exponiendo en Europa y Estados Unidos.

Durante este tiempo, el término «luminismo» se asoció a su estilo, caracterizado por una ejecución rápida y un enfoque en la luz y el cromatismo.

La obra original se encuentra en el Museo de Arte de Filadelfia y mide 96.2 × 130.5 cm